Los problemas de los Hawks de Atlanta parecen no tener fin. Después de una derrota en casa ante los Pacers de Indiana, el equipo volvió a decepcionar al ser vencido por los Wizards de Washington, uno de los peores equipos de la NBA. Con un récord de 15-23, los Hawks se encuentran en el undécimo lugar de la Conferencia Este y no clasificarían al torneo de play-in si la temporada terminara hoy.
La falta de lesiones no puede ser una excusa para los Hawks, ya que siete de sus ocho jugadores principales estuvieron disponibles para el partido contra los Wizards. La realidad es que el equipo ha sido limitado por las deficiencias de su plantilla y la incapacidad del entrenador y la directiva para solucionar estos problemas.
Aunque los Hawks han estado en situaciones similares en el pasado y han logrado recuperarse, esta vez la situación parece más preocupante. Durante el fin de semana, el equipo mostró una falta de energía y una defensa deficiente que resultaron en dos derrotas abultadas. Los oponentes han logrado anotar fácilmente en la pintura y han expuesto las debilidades defensivas de los Hawks.
La falta de una defensa sólida ha sido un problema recurrente para los Hawks. Aunque Clint Capela ha sido un gran protector del aro en el pasado, su rendimiento esta temporada ha sido decepcionante. Los equipos rivales han desafiado a Capela en la pintura sin miedo y han logrado anotar con facilidad. Además, la falta de defensores perimetrales de calidad ha dejado al equipo vulnerable contra los jugadores estrella de la liga.
El entrenador Nate McMillan ha logrado algunos avances en el equipo, como un mayor enfoque en los tiros de tres puntos y una mejor interacción entre los jugadores. Sin embargo, el récord de 15-23 muestra que todavía hay mucho trabajo por hacer. Los Hawks necesitan encontrar una identidad de equipo y una forma confiable de ganar partidos, más allá de depender de que los tiros estén cayendo.
En este punto, la mejor opción para los Hawks podría ser enfocarse en una reconstrucción suave que les permita obtener una selección alta en el draft de 2024. Esto les daría la oportunidad de agregar talento joven al equipo o utilizarlo como un activo en un intercambio. La presión está sobre la directiva y el entrenador para tomar decisiones acertadas y remodelar el equipo de manera efectiva.
En resumen, los Hawks de Atlanta se encuentran en una situación complicada. Con un récord negativo y problemas evidentes en defensa, el equipo necesita tomar medidas para revertir la situación. Ya sea a través de una reconstrucción suave o cambios en la plantilla, los Hawks deben encontrar una forma de competir y alcanzar su potencial.