El grupo Retribution de la WWE, liderado por Mustafa Ali y conformado por talentos como Dijak, Mia Yim y Shane Haste, ha sido recordado de manera negativa debido a los nombres extravagantes, la mala planificación y las similitudes percibidas con el movimiento político ANTIFA. Aunque su duración fue inferior a un año, el tiempo no ha sido amable con ellos desde su apogeo.
Retribution: una idea fallida
Según reveló Mace, exmiembro de Retribution, durante una entrevista con “WrestlingNewsCo”, el grupo estaba destinado a ser una representación de ANTIFA. Sin embargo, uno de los socios de transmisión de la WWE, Fox, detuvo esa parte del gimmick al enterarse de que se trataba de un ángulo relacionado con ANTIFA en el programa SmackDown. Esto causó confusión y obligó a la empresa a replantearse la dirección del grupo.
La intervención de Fox
Mace explicó: “Cuando Fox se enteró de que había un ángulo de ANTIFA en SmackDown, en su programa de Fox, dijeron: ‘¡Deténganse!’ Así que hubo confusión. Pensaron: ‘¿Cómo podemos cambiar esto?’ porque ya habían dedicado bastante tiempo a este ángulo”. Como resultado, se les dieron máscaras de supervillanos en lugar de representar a ANTIFA, una idea que Mace encontró interesante pero que nunca se recuperó.
La falta de impulso
El grupo Retribution perdió interés y nunca logró generar impulso. Algunos miembros no estaban dispuestos a seguir con el gimmick y eso contribuyó a la pérdida de interés general en el grupo. Mace afirmó que “la única forma en que las cosas funcionan es si tienes impulso y nunca lo tuvimos en ningún momento”.
El legado de Retribution
A pesar de su corta duración, Retribution quedó marcado por sus nombres llamativos, la mala planificación y las similitudes con ANTIFA. Aunque la idea original fue truncada, el grupo no logró recuperarse y se convirtió en una de las apuestas fallidas de la WWE.