Artículo de Fórmula 1: Un intercambio inusual en el Gran Premio de Italia de 1956
Un espectáculo en la final de temporada
Recordemos el momento en que Michael Schumacher le proporcionó su casco a David Coulthard. ¿O aquella carrera en la que Sebastian Vettel llevaba el alerón delantero de Mark Webber en su coche (lo cual el australiano no estaba de acuerdo, por cierto)? Intercambiar objetos en la Fórmula 1 no ocurre a menudo, pero ciertamente no es raro tampoco.
Simplemente subir al coche de tu compañero de equipo, sin embargo, es algo diferente. Especialmente cuando sucede en medio de la carrera. RacingNews365 te lleva de vuelta en el tiempo.
Un abandono, ¿o no?
Para ser precisos, te llevamos de vuelta a 1956. La final de temporada se lleva a cabo en Italia, en el famoso circuito de Monza. El campeón del mundo en tres ocasiones, Juan Manuel Fangio, se clasifica en la pole position.
Los italianos Eugenio Castellotti y Luigi Musso comienzan segundo y tercero respectivamente en su carrera local. El mayor rival de Fangio, Stirling Moss, comienza el Gran Premio de Italia desde la sexta posición.
Al final de la primera vuelta, la alineación de salida se ve alterada. Castellotti lidera el camino, seguido de Musso y Fangio. El estadounidense Harry Schell tiene una salida de clase mundial: comienza en la décima posición y en poco tiempo se coloca en cuarto. Detrás de él están Peter Collins y Moss.
A medida que avanza la carrera, también aumenta la cantidad de problemas. Castellotti y Musso sufren pinchazos, algo que también le sucede a Alfonso de Portago. Mientras tanto, Schell se hace con el liderato mientras siente el aliento de Moss en su nuca.
¡Un intercambio inusual!
Mientras Moss presiona a Schell, algo sucede que nadie espera: Fangio, que va detrás de los dos líderes, entra lentamente en el pit lane. Su barra de dirección parece estar rota, lo cual ha ocurrido debido a los bloques de hormigón de las curvas peraltadas de Monza.
Fangio ve cómo sus esperanzas de obtener su cuarto título mundial se desvanecen. Mientras tanto, comienza a llover y Moss arrebata el liderato, simplemente porque es mucho más rápido que su rival estadounidense.
Mientras Moss continúa en su camino hacia la victoria, Fangio observa desde el pit lane que su compañero de equipo Peter Collins está mostrando gran velocidad en su Lancia-Ferrari.
En la vuelta 35 de la carrera, Collins entra en boxes. No solo se reemplaza el neumático delantero izquierdo del Ferrari, sino que también hay un cambio de piloto. Fangio agradece al británico y se hace cargo del volante del coche.
Un final exitoso
Fangio aprovecha al máximo esta oportunidad y termina en segundo lugar, detrás de su rival Moss. El segundo puesto de Fangio le otorga suficientes puntos para obtener el título de Campeón del Mundo, aunque tiene que compartir los seis puntos del Campeonato del Mundo por el segundo lugar con Collins. Así, el argentino se convierte en campeón por cuarta vez.
Su quinta y última campaña ganadora del título se produjo un año después. El récord de Fangio de cinco Campeonatos del Mundo no se rompió hasta 2003, cuando Michael Schumacher superó su marca.
Hoy en día, un intercambio de este tipo sería imposible, ya que un coche es inseparable del piloto cuyo número de salida lleva.


