El legado de Adrián Beltré: pequeñas pero significativas alegrías en el béisbol
El escritor japonés Haruki Murakami acuñó la palabra “shōgakkō” en su ensayo de 1986 “Tarde en los islotes de Langerhans”, y traducida libremente significa “una pequeña pero significativa felicidad”. Se trata más de un estilo de vida que de una simple palabra. Reconocer y apreciar las pequeñas cosas, como el olor del café por la mañana, un paisaje favorito o la sonrisa de un ser querido, es importante, ya que con el tiempo se suman a una sensación más grande de plenitud o satisfacción.
Adrián Beltré, jugador de los Texas Rangers, entendió perfectamente el significado de estas pequeñas alegrías. Durante su tiempo en el equipo, los fanáticos de los Rangers pasaron por una reconstrucción que parecía interminable, con pocos momentos de felicidad. Pero Beltré fue capaz de crear pequeñas alegrías de la nada, ya sea con una jugada defensiva aparentemente imposible, un jonrón desde una rodilla, una broma con un oponente o compañero de equipo. Ver a Adrián Beltré era como presenciar magia.
El inicio de la carrera de Beltré con los Dodgers fue prometedor, pero no fue hasta que llegó a Texas que realmente brilló. Pasó de ser un “muy buen jugador” a un candidato seguro al Salón de la Fama en sus ocho años con los Rangers. Además, fue en Texas donde realmente comenzó a mostrar su personalidad en el campo.
Un momento que destaca la forma en que Beltré desafiaba las convenciones en favor de la alegría ocurrió durante un juego en 2017. Los Rangers estaban perdiendo 18-6 contra los Marlins de Miami, y Beltré estaba a solo cuatro hits de alcanzar los 3,000 en su carrera. A pesar de la abrumadora derrota, todos querían que Beltré lograra el hit número 3,000 frente a su afición. Sin embargo, el umpire del juego le ordenó a Beltré que se moviera hacia el círculo de espera. Beltré, en lugar de discutir, simplemente se movió al círculo. Esto resultó en su expulsión del juego, pero demostró su disposición a encontrar alegría incluso en momentos difíciles.
Beltré no solo fue un jugador divertido, sino que también fue uno de los más duros en la historia del béisbol. Superó lesiones graves, como una apendicitis que amenazó su vida en 2001 y una ruptura de testículo en 2009, y siempre mostró una fortaleza inquebrantable. Su capacidad para combinar dureza y diversión lo convirtió en un jugador único.
Los números de Beltré hablan por sí mismos: cinco guantes de oro, dos guantes de platino, 477 jonrones, 93.5 bWAR, 636 dobles y un OPS de carrera de .819. Pero más allá de sus logros en el campo, su forma de jugar y su personalidad lo convirtieron en un jugador especial. Beltré no solo era un jugador talentoso, sino que también era capaz de encontrar alegría en los momentos más pequeños del juego.
En resumen, Adrián Beltré dejó un legado en el béisbol que va más allá de sus estadísticas. Su forma de jugar y su personalidad alegre y divertida lo convirtieron en un jugador único. A través de su estilo de vida basado en encontrar felicidad en las pequeñas cosas, Beltré demostró que el béisbol no solo se trata de números y victorias, sino también de disfrutar el juego y crear momentos significativos.