El heroísmo de David Purley en el Gran Premio de los Países Bajos de 1973
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Uno de los días más oscuros de la Fórmula 1 presenció el terrible accidente del emocionante piloto británico Roger Williamson durante el Gran Premio de los Países Bajos de 1973 en Zandvoort, y aunque perdió la vida, la valentía de David Purley, quien hoy cumpliría 79 años, será recordada por siempre.
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Williamson sufrió un grave accidente a alta velocidad, con daños importantes en el automóvil que volcó boca abajo. Aunque no sufrió heridas, no pudo liberarse de los restos en llamas.
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Purley detuvo heroicamente su propio automóvil, cruzó la pista de carreras en vivo y, al no haber servicios de emergencia a la vista, se acercó a las llamas para intentar voltear el chasis nuevamente. Luego tomó un extintor de incendios de un comisario que no contaba con suficiente protección personal y trató de apagar el fuego, pero sin éxito.
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Su lenguaje corporal cambió rápidamente de un hombre en una misión a un hombre desesperado por ayuda, todo mientras la carrera continuaba a su alrededor.
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Purley se mostró abatido cuando quedó claro que Williamson no podía ser salvado, ya que falleció en lo que fue solo su segunda carrera en la Fórmula 1.
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Purley criticó a uno de los comisarios que lo había alejado de la escena, perplejo por no haber recibido ayuda. Sin embargo, al día siguiente, su perspectiva cambió: “Obviamente, salí de un auto de carrera lleno de adrenalina, pero después de una noche de sueño también puedo entender por qué los demás no se acercaron al auto en llamas.
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“Si la carrera se hubiera detenido de inmediato, los servicios de emergencia podrían haber llegado mucho más rápido. Pero los oficiales de la carrera estaban a una milla y media de distancia del accidente y solo vieron un poco de humo. No sabían lo grave que era. Pero eso es algo que debe ser analizado”.
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Purley recibió la Medalla George por Valentía por sus heroicos esfuerzos, pero cuatro años después estuvo involucrado en un grave accidente, registrando un impacto estimado de 180g contra un muro en Silverstone, el impacto más severo sufrido en el deporte.
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Después de dejar la Fórmula 1, Purley se convirtió en un conductor de acrobacias, donde un accidente fatal en 1985 le costó la vida. Pero su valentía en 1973 ayudó a impulsar cambios en lo que hasta ese momento había sido un deporte extremadamente peligroso.