La temporada 2023 de los New York Jets estuvo marcada por la lesión de Aaron Rodgers, quien sufrió un desgarro del tendón de Aquiles en el primer drive ofensivo del equipo. Antes de la lesión, los Jets tenían grandes expectativas y aspiraban a llegar a los playoffs, pero después de perder a su mariscal de campo estrella, tuvieron que replantear sus metas y conformarse con sobrevivir. El equipo logró alcanzar su objetivo de siete victorias, pero la ausencia de Rodgers dejó al descubierto varios problemas en la organización, desde el cuerpo técnico hasta la cultura del equipo.
Un equipo lleno de excusas
Según fuentes cercanas a la organización de los Jets, el equipo estaba plagado de excusas y había una sensación de paranoia por parte del entrenador en jefe. Además, el coordinador ofensivo Nathaniel Hackett, elegido personalmente por Rodgers, no logró adaptarse después de perder a su mariscal de campo y no puso a los jugadores en posiciones para tener éxito. Esta falta de ajustes se reflejó en el campo, ya que los Jets perdieron cinco partidos por más de 20 puntos y extendieron su racha de no clasificar a los playoffs a 13 años.
La falta de ajustes de Hackett
Uno de los principales problemas del equipo fue la falta de ajustes por parte de Nathaniel Hackett, el coordinador ofensivo. Según varios entrenadores y jugadores, Hackett carecía de atención al detalle y mostraba poca urgencia por solucionar los problemas ofensivos del equipo. Durante los entrenamientos de pretemporada, el cuerpo técnico apenas revisaba las cintas de práctica, lo que preocupaba a algunos miembros del equipo. Además, Hackett tenía dificultades para hacer ajustes durante los partidos, lo que quedó evidenciado en una derrota ante los Dallas Cowboys, donde no pudo proteger al mariscal de campo de los constantes embates de la defensa rival.
La relación entre Rodgers y Wilson
Antes de la lesión de Rodgers, se esperaba que Zach Wilson, el mariscal de campo titular, pudiera aprender del veterano y mejorar su juego. Sin embargo, la dinámica entre los dos jugadores cambió después de la lesión de Rodgers. Según fuentes del equipo, Wilson se sentía frustrado por la atención que Saleh y el resto del equipo le prestaban a Rodgers, y sentía que no tenía la comunicación directa con su ídolo que esperaba. A pesar de esto, Wilson logró tener un buen desempeño en el último partido de la temporada, demostrando su potencial y dejando en claro que aún tiene mucho por ofrecer.
La incertidumbre de Saleh
La temporada difícil y las críticas constantes afectaron la seguridad laboral del entrenador en jefe Robert Saleh. Durante la temporada, Saleh expresó su deseo de recibir el respaldo público de Woody Johnson, el dueño del equipo, o de Rodgers. Sin embargo, este respaldo no llegó hasta las últimas semanas de la temporada, lo que generó incertidumbre en el futuro de Saleh. A pesar de esto, Saleh continuó trabajando para mejorar al equipo y buscar soluciones a los problemas que enfrentaron durante la temporada.
La esperanza en el regreso de Rodgers
A pesar de los desafíos y las dificultades de la temporada, los Jets confían en el regreso de Aaron Rodgers como la solución a la mayoría de sus problemas. Aunque Rodgers tiene 40 años y está recuperándose de una lesión grave, su presencia en el equipo es vista como una oportunidad para cambiar el rumbo de la franquicia. Los Jets buscarán reforzar su línea ofensiva, mejorar la recepción de pases y contar con un mariscal de campo de élite para la próxima temporada. Aunque el riesgo es alto, el equipo confía en que Rodgers pueda llevarlos al éxito y dejar atrás las decepciones de la temporada pasada.