El conjunto de la UANL está de vuelta en el certamen de la Concachampions, con la mira puesta en conseguir el título que les otorgue el pase al Mundial de Clubes. En la edición del 2023, los regiomontanos fueron eliminados en las semifinales por el León, quien finalmente se coronó campeón al vencer en la final a Los Ángeles FC de la MLS.

Sin embargo, en su participación anterior en el torneo, los Tigres lograron coronarse en la edición del 2020 al derrotar al LAFC en la final por marcador de 2-1. Este triunfo significó un hito para el equipo, y el jugador Javier Aquino decidió inmortalizarlo en su piel al tatuarse el trofeo de la Concachampions en su pierna derecha, junto con la fecha del partido que se disputó el 22 de diciembre de 2020 en Orlando, Estados Unidos.

Además de Aquino, otros jugadores como Nahuel Guzmán también quedaron marcados por ese histórico triunfo. El portero argentino rompió en llanto al finalizar el partido de la final contra el LAFC, ya que fue la primera vez que los Tigres lograban ganar un torneo internacional.

Recientemente, Guido Pizarro declaró que el equipo apostará por destacar tanto en el Clausura 2024 de la Liga MX como en la Liga de Campeones de la Concacaf. El argentino enfatizó la importancia de ambos torneos para el club y expresó su deseo de seguir haciendo historia.

Estos ejemplos demuestran la importancia y el valor que los referentes de la UANL le han dado a la Concachampions. El equipo buscará nuevamente el título en esta edición, con la esperanza de conseguir el ansiado pase al Mundial de Clubes.

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