Rashee Rice, el receptor novato de los Chiefs, se gana la confianza de su equipo
“Aliméntame”, le dijo Rashee Rice a su coordinador ofensivo.
El receptor novato de los Kansas City Chiefs acababa de hacer una recepción de touchdown de 11 yardas en el juego de la semana 9 contra los Miami Dolphins en Frankfurt, Alemania, cuando se acercó a la banda con un mensaje claro.
“Dame el balón”, le dijo a Matt Nagy, reafirmando su demanda de ser alimentado. El llamador de jugadas de Kansas City casi hace una doble toma. Impulsado por media temporada de lecciones y desarrollo, y esa gran jugada en el escenario internacional, Rice había alcanzado otro nivel de confianza, observó Nagy.
En solo dos días, Rice, Nagy y los Chiefs se enfrentarán a los San Francisco 49ers en el Super Bowl LVIII. Será el juego más importante de la vida de Rice, pero la segunda aparición en el Super Bowl de Kansas City en dos años y la cuarta en cinco temporadas. El domingo, los Chiefs buscarán convertirse en el primer campeón repetidor de la NFL en 20 años. Para lograrlo, probablemente necesitarán contribuciones significativas de Rice: su producto de la Universidad Metodista del Sur de 6 pies 2 pulgadas y 203 libras.
Un jugador joven con confianza
Algunos jugadores jóvenes verían la tarea como desalentadora. Pero no Rice. Él y su equipo se encuentran en la posición exacta de la que él creía que eran capaces cuando recibió la llamada del draft, que describió como “la mejor noticia que escuché en todo el año”.
Aprendiendo de los mejores
El mariscal de campo Patrick Mahomes y el ala cerrada Travis Kelce son la pareja dinámica indiscutible de la NFL, y la más prolífica en la historia de los playoffs de la NFL. Pero Rice ha surgido como una figura clave como el receptor número 1 de los Chiefs en una temporada de reestructuración en la posición. Lo ha logrado después de ganarse la confianza de sus entrenadores y el mariscal de campo estrella con un enfoque marcado por una mezcla de intensa hambre, humildad y confianza.
El crecimiento de Rice
Rice, quien esta temporada registró 79 recepciones para 938 yardas y siete touchdowns, se veía capaz de tener un impacto instantáneo en Kansas City. Pero sabía que requeriría mucho aprendizaje y crecimiento.