El viaje de Taylor Swift desde Tokio a Las Vegas para presenciar el Super Bowl ha generado expectativas y especulaciones. La cantante, que ha recorrido el mundo con su exitosa gira Eras Tour, podría sumar más de 5,500 millas en un solo trayecto. Si logra llegar a tiempo, podrá ver a su novio, Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs, en el partido más importante del año.
El desafío de llegar a tiempo
Aunque Swift ha estado presente en varios juegos de Kelce durante la temporada, el viaje para presenciar el Super Bowl es un reto. Después de cerrar su show en Tokio, la cantante tendrá que apresurarse para cruzar el Océano Pacífico y llegar a Las Vegas antes del inicio del partido. Afortunadamente, la diferencia de 17 horas entre ambos lugares juega a su favor y le daría tiempo suficiente para llegar con anticipación.
Consideraciones a tener en cuenta
A pesar de la ventaja horaria, hay otros factores que podrían afectar el viaje de Swift. Las condiciones climáticas y el congestionamiento en los aeropuertos de Las Vegas durante el fin de semana del Super Bowl podrían complicar su llegada. Sin embargo, según expertos en vuelos chárter, el avión que utiliza la cantante tiene la capacidad de realizar el trayecto en aproximadamente 10 horas y media.
Las opciones de vuelo
Aunque no se ha confirmado la ruta exacta de Swift, es posible que ella vuele desde el Aeropuerto de Haneda en Tokio hasta el Aeropuerto Internacional Harry Reid en Las Vegas. Este viaje tomaría alrededor de 10 horas y media en su avión privado. Por lo tanto, si Swift sale de Tokio a las 10:30 p.m., llegaría a Las Vegas a las 4 p.m. del sábado, un día antes del partido.
Alternativas de vuelo
A pesar de la falta de disponibilidad de aterrizaje en Las Vegas durante el fin de semana del Super Bowl, existe la posibilidad de que Swift vuele a Los Ángeles y conduzca el resto del camino hasta Las Vegas. En este escenario, el vuelo sería aproximadamente 45 minutos más corto, lo que le permitiría llegar a Los Ángeles alrededor de las 3:30 p.m. hora local. Desde allí, el viaje en automóvil hasta el estadio tomaría entre cuatro y cinco horas.