Zion Williamson es conocido por su fuerza bruta y su explosividad anormal en la cancha de baloncesto. Sin embargo, lo que a menudo pasa desapercibido es su capacidad para procesar mentalmente el juego. Cada vez que toca el balón en un set de medio campo, Williamson recopila información sobre los otros nueve jugadores en la cancha. Sus ojos se mueven de un lado a otro, ayudando a su mente a organizar sus pensamientos. Se pregunta de dónde vienen las dobles marcas, si están dando demasiado espacio a sus tiradores, cómo responderán si conduce por la línea de base y si hay bloqueadores de tiros de los que deba preocuparse.
El dominio de “Point Zion”
El miércoles por la noche, Williamson demostró su madurez en la cancha al liderar la victoria de los Pelicans sobre los Clippers. Con 21 puntos y 10 asistencias, logró su primera vez anotando al menos 20 puntos y repartiendo 10 asistencias en un solo juego. Más allá de los números, Williamson controló el juego de principio a fin, asumiendo un rol de base en la ofensiva del equipo.
El impacto de Williamson como base
En las últimas semanas, el entrenador de los Pelicans, Willie Green, ha optado por utilizar a Williamson como base desde el inicio del partido. Esta decisión ha permitido al jugador asumir más responsabilidades en la cancha y analizar constantemente el juego y el oponente para identificar lo que su equipo necesita para tener éxito en cada momento.
La evolución de Williamson como director de juego
Williamson ha demostrado un crecimiento significativo en su capacidad para involucrar a sus compañeros en la ofensiva y tomar decisiones clave en momentos cruciales del partido. Su química con CJ McCollum se ha vuelto evidente, generando oportunidades de tiro abiertas a través de su juego en pareja. Con Williamson asumiendo este nuevo rol de “Point Zion”, los Pelicans lucen como un rival peligroso en los playoffs de la Conferencia Oeste.
El futuro de los Pelicans con un Williamson evolucionado
Si Williamson continúa en esta senda de mejora como director de juego, podría convertirse en el líder del equipo en los momentos más importantes. Su combinación de habilidades físicas y mentales lo posiciona como una pieza clave para el éxito de los Pelicans a medida que avanza la temporada. Con un récord de 30-21, el equipo de Nueva Orleans se perfila como un contendiente serio en la Conferencia Oeste, gracias en gran parte al crecimiento de Williamson en su nuevo rol en la cancha.