Barcelona sufrió una dura derrota en la Liga de Campeones el martes por la noche al ser eliminado en los cuartos de final por el Paris Saint-Germain. La Blaugrana llevaba una ventaja de 3-2 de la ida en Parc des Princes la semana pasada, y parecían encaminados a reservar un lugar en las semifinales después de ponerse 1-0 arriba en el partido de vuelta.
Rendimiento de Lamine Yamal – 7/10
Admitidamente, la calificación final de Lamine Yamal se vio beneficiada por el hecho de que fue sustituido por el defensor Inigo Martínez después de 34 minutos para cubrir el hueco dejado por la expulsión de Araujo, pero qué 34 minutos fueron esos. El miedo característico del joven de 16 años estuvo en plena exhibición al inicio de la noche, escapando de Nuno Mendes y cruzando para el gol de Raphinha.
Mención honorífica
Los jóvenes talentos del Barcelona necesitaban una guía en el campo para superar esta temporada complicada, y Ilkay Gundogan ha desempeñado ese papel a la perfección. Fue uno de los pocos jugadores que mantuvo la compostura cuando el PSG aumentó la presión, y fue el principal protagonista intentando igualar el marcador después de que el Barcelona se quedara atrás.
Rendimiento de Ronald Araujo – 2/10
Fue un desafío que Araujo no debería haber asumido. Fue un desafío que Araujo no necesitaba asumir. Con Bradley Barcola corriendo hacia el arco, el defensor del Barcelona lo derribó en el borde del área y fue expulsado por negar una oportunidad clara de gol. A pesar de las quejas de Xavi, esto fue definitivamente una falta y definitivamente una tarjeta roja. Araujo afirmó que Pau Cubarsi lo estaba cubriendo y, por lo tanto, no era el último hombre, pero esta excusa no se sostuvo en la revisión del VAR.
Mención deshonrosa
El PSG se puso por delante justo después de la hora de juego cuando Kylian Mbappé anotó desde el punto penal, y fue culpa de Joao Cancelo que pudiera cobrar el penal. Su falta sobre Ousmane Dembélé fue imprudente, para decir lo menos: se dirigía lejos del arco, ¡por amor al cielo! y las probabilidades de que tomara el balón limpiamente eran mínimas. Este fue el precio que el Barcelona tuvo que pagar por intentar defender sus vidas con un extremo de lujo en el lateral izquierdo.