Joel Huiqui, exjugador de Cruz Azul, se hizo famoso por protagonizar el incidente conocido como “La Muertinha”. Este curioso suceso tuvo lugar durante un partido de liguilla entre Cruz Azul y Morelia en el Apertura 2009. En un intento desesperado por evitar un gol, Huiqui tocó el balón con la mano mientras estaba tirado en el área. A pesar de la evidente infracción, el árbitro no señaló penal, lo que generó una gran controversia y dio origen al término “La Muertinha”.
El incidente de “La Muertinha” se convirtió en un tema de conversación en el mundo del fútbol mexicano. La jugada fue tan polémica que incluso se discutió la posibilidad de que el árbitro hubiera recibido algún tipo de soborno para no marcar el penal. Aunque esto nunca se comprobó, el hecho de que el árbitro no sancionara la infracción causó indignación entre los aficionados y generó un debate sobre la integridad del arbitraje en el fútbol.
A pesar de la controversia, Joel Huiqui se mantuvo en el ojo público debido a su participación en el incidente. El jugador recibió críticas por su acción, pero también hubo quienes lo elogiaron por su ingenio al intentar evitar el gol. “La Muertinha” se convirtió en un término popular utilizado para describir situaciones en las que un jugador simula una falta o exagera una lesión para engañar al árbitro.
El incidente de “La Muertinha” también tuvo un impacto en la carrera de Joel Huiqui. Aunque el jugador continuó jugando en Cruz Azul durante algunos años más, su fama se vio eclipsada por el incidente y nunca logró tener el mismo nivel de éxito que antes. Sin embargo, su participación en “La Muertinha” siempre será recordada como uno de los momentos más polémicos y curiosos en la historia del fútbol mexicano.
En conclusión, el incidente de “La Muertinha” protagonizado por Joel Huiqui durante un partido de liguilla entre Cruz Azul y Morelia en el Apertura 2009 generó gran controversia en el mundo del fútbol. A pesar de la obvia infracción, el árbitro no marcó penal, lo que dio origen al término “La Muertinha” y desató un debate sobre la integridad del arbitraje. Este incidente dejó una marca en la carrera de Huiqui y se convirtió en un momento memorable en la historia del fútbol mexicano.