Artículo sobre el equipo de etiquetas legendario de la WWE
Wrestling, como cualquier forma de arte, es subjetivo. El trabajo de sus intérpretes en el ring casi nunca recibirá elogios universales, incluso si esos luchadores resultan ser miembros del Salón de la Fama de la WWE. El ejecutivo de la WWE, Bruce Prichard, admitió durante un reciente “Something to Wrestle” que si bien disfrutaba de su trabajo fuera de la WWE, no era un gran fanático del equipo de etiquetas de Tully Blanchard y Arn Anderson que la WWE presentó a fines de los años 80, conocido como The Brain Busters.
Un equipo de etiquetas “blando”
“Creo que Tully era un excelente luchador, creo que Arn era un excelente luchador. Creo que cuando se unieron como equipo de etiquetas se volvieron muy blandos”, dijo Prichard.
La llegada a la WWF
En el otoño de 1988, Anderson y Blanchard dejaron Jim Crockett Promotions para unirse a la World Wrestling Federation de Vince McMahon, donde formaron una alianza en pantalla con el manager y portavoz de los villanos, Bobby Heenan. Según Anderson, se les dijo explícitamente que no hicieran ninguna referencia a su antiguo grupo de los Cuatro Jinetes, aunque se les permitió cierta libertad creativa para deliberar sobre un nuevo nombre. Pero ya sea ese nuevo nombre o tal vez otro aspecto por completo, algo sobre los Brain Busters no encajó para Prichard.
Un equipo de etiquetas “aburrido”
“Cuando los Jinetes tenían todos los títulos individuales, pensé que eso era genial, porque tenías chicos que tenían programas individuales”, dijo Prichard. “Arn podía destacar por sí mismo, Tully podía destacar por sí mismo. Creo que cuando Tully y Arn estaban juntos como equipo de etiquetas, estaban ahí para ser vencidos. Soy un gran fan de ellos, en cuanto a su trabajo en el ring. Individualmente, cualquiera de ellos podría haber sido el evento principal. Como equipo de etiquetas, no pudieron”.
Conclusión
En resumen, aunque Tully Blanchard y Arn Anderson eran luchadores talentosos individualmente, su equipo de etiquetas como los Brain Busters no logró impresionar a Bruce Prichard. Aunque es importante recordar que la apreciación del wrestling es subjetiva y lo que puede ser aburrido para algunos, puede ser emocionante para otros.