La vida real de la ex luchadora de la WWE, Sable, ha estado marcada por tragedias y desafíos. Aunque en el ring era conocida por su belleza y habilidades atléticas, detrás de cámaras su vida no era tan glamorosa. A lo largo de los años, Sable ha enfrentado varios obstáculos que han dejado una marca en su vida personal.
La pérdida de su primer esposo
Uno de los momentos más trágicos en la vida de Sable fue la pérdida de su primer esposo, Wayne Richardson. Richardson era un luchador profesional y murió trágicamente en un accidente de motocicleta en 1991. Esta tragedia dejó a Sable viuda a una edad temprana y tuvo un impacto profundo en su vida.
Problemas matrimoniales
Después de la muerte de Richardson, Sable se casó con el luchador Marc Mero en 1994. Sin embargo, su matrimonio no fue fácil y estuvo plagado de problemas. Sable y Mero se separaron en varias ocasiones y finalmente se divorciaron en 2004. Estos problemas matrimoniales afectaron la vida personal y profesional de Sable.
La batalla legal con la WWE
En 1999, Sable presentó una demanda contra la WWE alegando acoso sexual y condiciones de trabajo hostiles. Esta batalla legal fue un punto de inflexión en la carrera de Sable y también afectó su vida personal. Aunque llegó a un acuerdo con la WWE y regresó a la compañía en 2003, la experiencia dejó secuelas en su vida.
La difícil relación con su hija
Sable tiene una hija llamada Mariah Richardson, fruto de su matrimonio con Wayne Richardson. Sin embargo, su relación con su hija ha sido complicada. Mariah ha hablado públicamente sobre la falta de una relación cercana con su madre y cómo esto ha afectado su vida. Esta relación tensa ha sido otro desafío en la vida de Sable.