If there’s one thing Santos Laguna can be counted on for these days, it’s delivering more drama than a telenovela and less cohesion than a middle school soccer team. Ignacio Ambriz’s squad has taken their disastrous form from Liga MX and, like a bad cold, spread it to the international stage of the Leagues Cup. Their latest misadventure? A venue change to Subaru Park in Philadelphia because Audi Field’s turf looked like it had been through a monster truck rally.
Desesperación y errores defensivos: las continuas luchas de Santos Laguna
El primer tiempo fue una muestra del último pasatiempo de Santos: imitar a un equipo perdido en la traducción. A pesar de ocupar el puesto 16 en la Liga MX, parecían empeñados en demostrar que el fondo del pozo aún estaba lejos. Sus ataques eran tan claros como el barro y su defensa se asemejaba a un queso suizo. De alguna manera, lograron mantener a raya al DC United hasta el minuto 28, cuando Aaron Herrera se paseó por la derecha y envió un centro tan tentador que Christian Benteke podría haber atado sus cordones antes de empujarlo. Acevedo, el portero, quedó mirando como si no hubiera recibido el memo.
Benteke abre el marcador
El gol de Benteke fue lo único que alteró el marcador en la primera mitad, aunque el DC United fue lo suficientemente generoso como para estrellar el balón en el poste una vez, solo para mantener a Santos alerta. O tal vez fue para mantener a los fanáticos despiertos. De cualquier manera, la primera mitad terminó con Santos en un lugar familiar: detrás de la pelota y preguntándose cómo llegaron allí.
La segunda mitad comienza con otro gol
El descanso llegó y pasó sin cambios en ambos equipos, lo que podría haber sido el primer error de Santos. La segunda mitad comenzó con una sensación de déjà vu, pero esta vez, el guion se invirtió más rápido que una tortilla. A los pocos minutos, Theodore Ku-Dipietro recibió un pase filtrado, disparó con su pierna izquierda y, a pesar de los mejores esfuerzos de Acevedo, el balón se alojó en la red. Santos estaba dos goles abajo y la noche aún era joven.
Movimientos desesperados y errores defensivos: las continuas luchas de Santos Laguna
Ambriz, desesperado por detener la hemorragia, lanzó a Emmanuel Echeverría al campo. Desafortunadamente, la contribución de Echeverría fue como un toro en una tienda de porcelana. Diez minutos después, perdió el balón en su propia mitad, preparando el escenario para que Jared Stroud entregara un centro perfecto. Cristian Dajome estaba allí para sellar el trato, haciendo el tres a cero y llevando a los fanáticos de Santos a considerar adoptar un pasatiempo menos estresante, como luchar contra cocodrilos.
Santos enfrenta un partido decisivo contra Atlanta United
El DC United, después de asegurar su lugar en la siguiente etapa tras una tanda de penales contra Atlanta United, podía relajarse y disfrutar del espectáculo. Santos, por otro lado, ahora se enfrenta a un partido de vida o muerte contra el mismo Atlanta United el próximo domingo. Para Santos, es una oportunidad de redención, o tal vez más realísticamente, otro episodio en su tragi-comedia.
Cuando sonó el silbato final, los jugadores de Santos abandonaron el campo, llevando el peso de otra derrota. La pregunta en la mente de todos: ¿podrá Ambriz reunir a sus tropas para un milagroso cambio de rumbo, o será otro capítulo en la saga de oportunidades perdidas y potencial no cumplido?
Por ahora, los fanáticos de Santos Laguna tendrán que aferrarse a la débil esperanza de que su equipo pueda encontrar de alguna manera la chispa perdida. A veces, todo lo que se necesita es un buen día para cambiarlo todo. Hasta entonces, tendrán que profundizar, mirar hacia adentro y descubrir dónde salió todo tan espectacularmente mal.