El equipo de los Browns tuvo un mal desempeño en su segundo partido consecutivo, esta vez contra los Dallas Cowboys. A pesar de que el marcador final indicó una diferencia menor, la realidad fue que los Cowboys dominaron el partido de principio a fin, dejando a los Browns con tan solo un primer down en la primera mitad.
Un inicio decepcionante
Los Browns han tenido peores comienzos en temporadas anteriores, pero esta derrota deja claro que el equipo tiene mucho trabajo por hacer. El ataque de los Browns fue ineficiente y el quarterback Deshaun Watson tuvo problemas para encontrar a sus receptores, sufriendo varias intercepciones y mostrando una falta de precisión en sus pases.
La falta de preparación
El entrenador en jefe Kevin Stefanski admitió que el equipo no estaba preparado para enfrentar a un rival de calidad en este primer partido de la temporada. La falta de acción en pretemporada y la ausencia de Watson en los juegos de preparación fueron factores que afectaron el rendimiento del equipo. Aunque Stefanski no quiso usar esto como excusa, es evidente que los Browns necesitan más tiempo para afinar su juego.
Problemas en la ofensiva
El ataque de los Browns tuvo dificultades para avanzar y convertir terceros downs. Los Cowboys lograron presionar a Watson constantemente, registrando seis capturas y numerosos golpes al mariscal de campo. Además, los Browns cometieron errores costosos, como una penalización en un intento de cuarta oportunidad que frustró una posible remontada.
Un largo camino por recorrer
Es evidente que los Browns tienen mucho trabajo por delante si quieren ser un equipo competitivo. Los cambios realizados en la ofensiva durante la temporada baja no han dado los resultados esperados y el equipo necesita mejorar en todos los aspectos del juego. A pesar de la derrota, queda claro que los Browns tienen potencial y la capacidad de mejorar a lo largo de la temporada.