Gordon Hayward ha tenido una carrera llena de altibajos. Cuando firmó con los Boston Celtics en su mejor momento, era una estrella emergente que se unía a un equipo construido para ganar en el futuro cercano. Sin embargo, apenas unos minutos después de comenzar ese capítulo de su carrera, sufrió una horrible lesión de tobillo y las cosas nunca volvieron a ser iguales.
