Rhys Hoskins, el jugador de béisbol que representaba una esperanza para una franquicia deprimida, ha dejado atrás su tiempo en Filadelfia. Después de firmar un contrato de dos años y $34 millones con los Cerveceros, su nuevo hogar será en Milwaukee. Pero mientras los Filis lamentan la pérdida de uno de sus mejores bateadores de la última década, hay familias en el Valle de Delaware que sienten la partida de Hoskins de una manera profunda y significativa. Para ellos, los gestos más pequeños de Hoskins significaron el mundo.

Un encuentro especial en el acuario

Stella Klotkowski, diagnosticada con distrofia muscular de cinturas a los 5 años, conoció a Hoskins en un evento benéfico en un acuario en Nueva Jersey. Desde entonces, Hoskins y su familia se convirtieron en una parte importante de la vida de los Klotkowski. Incluso hacían un viaje anual a Pittsburgh para ver a los Filis jugar. Durante uno de esos juegos, Hoskins los vio en la multitud y se acercó a ellos para entregarles una pelota de béisbol. Para Stella, quien no era fanática del béisbol hasta conocer a Hoskins, estos gestos la hicieron sentir especial.

Un amigo inolvidable

LJ Kidon, diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, era un niño tímido hasta que conoció a Hoskins en un evento organizado por la Asociación de Distrofia Muscular. A partir de ese momento, LJ se sintió conectado con Hoskins y comenzó a verlo como un amigo. Hoskins nunca olvidó el nombre de LJ y siempre se aseguraba de saludarlo. Para LJ y su madre, este encuentro fue transformador y les dio esperanza en medio de la enfermedad.

El compromiso con la comunidad

Hoskins se convirtió en el portavoz de los Filis y se dedicó a crear conciencia sobre la distrofia muscular. Él y su esposa, Jayme, recaudaron más de $1 millón para la Asociación de Distrofia Muscular durante su tiempo en Filadelfia. Hoskins también se ofreció como voluntario en un campamento de verano para niños con distrofia muscular y se convirtió en un modelo a seguir para muchas familias afectadas por la enfermedad. Su compromiso y humildad dejaron una huella imborrable en la comunidad.

El impacto duradero

La conexión entre Hoskins y las familias afectadas por la distrofia muscular trascendió el campo de béisbol. Hoskins y su esposa estuvieron presentes en momentos importantes de la vida de estos niños, como la primera pitch de Erica Kidon en un juego de los Filis o la escritura de una carta de recomendación para Addison Evans. Estos gestos significaron mucho más que un simple apoyo, fueron un recordatorio de que estas familias importaban y eran vistas.

Un legado que perdurará

Aunque Hoskins ya no esté en Filadelfia, su impacto en las familias afectadas por la distrofia muscular seguirá vivo. Su labor continuará en Milwaukee y su legado como uno de los mejores bateadores de los Filis en la última década quedará grabado en la historia del equipo. Para las familias como los Klotkowski, Kidon y Evans, el recuerdo de los gestos de Hoskins siempre estará presente y seguirán apoyando la causa de la distrofia muscular en honor a su amistad con el jugador de béisbol.

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